La Corte Suprema de Estados Unidos autorizó este lunes que la administración Trump reinicie las deportaciones aceleradas de migrantes a países distintos de sus lugares de origen. Esta decisión deja sin efecto, de manera temporal una orden judicial que requería ofrecer a los afectados la oportunidad de impugnar dichas expulsiones.
La decisión fue emitida sin explicación por parte de la mayoría conservadora del alto tribunal, mientras que las tres juezas liberales —Sonia Sotomayor, Elena Kagan y Ketanji Brown Jackson— disintieron enérgicamente.
“El gobierno se siente libre de deportar a cualquiera a cualquier lugar sin previo aviso ni oportunidad de ser escuchado”, escribió Sotomayor en su opinión disidente, publicada por The Associated Press.
Casos anteriores
El caso se volvió polémico después de que funcionarios migratorios colocaran en mayo a ocho personas en un avión con destino a Sudán del Sur, lo que violaba la orden del juez federal Brian E. Murphy, quien ordenó que los migrantes tuvieran una oportunidad real para argumentar que enfrentarían tortura si los expulsaban.
Documentos judiciales citados por la agencia AP indican que los migrantes eran originarios de países como Myanmar, Vietnam y Cuba, y que ya enfrentaban condenas por delitos graves en EE. UU.
Como sus países de origen se negaron a recibirlos, la administración Trump gestionó acuerdos con otras naciones, como Costa Rica y Panamá, para albergarlos.
La jueza Sotomayor criticó la decisión en una disidencia de 19 páginas y advirtió que expone a miles al riesgo de tortura o muerte. También recordó que el juez Murphy revirtió la deportación de un guatemalteco gay, enviado por error a México donde padeció violación y extorsiones.
El caso llega en medio de una política migratoria fuerte, donde Trump bajo su lema: “Make America Great Again” (MAGA), deportar a millones de personas que se encuentran en el país sin documentación legal.
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