Cory Booker Rompe Récord en el Senado
Cory Booker rompe récord con un discurso de 25 horas en el Senado, resistiendo a Trump en un momento clave para la democracia.
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El senador de Nueva Jersey, Cory Booker, ha hecho historia al pronunciar el discurso más largo jamás registrado en el Senado de los EE. UU.: un discurso de 25 horas y 5 minutos en resistencia a las políticas del presidente Donald Trump. Este maratón de filibusterismo superó el récord anterior, que estaba en manos de Strom Thurmond, un segregacionista que habló durante 24 horas y 18 minutos en 1957 para bloquear la Ley de Derechos Civiles.
Un momento histórico en el Senado
El senador Cory Booker tomó la palabra el lunes por la noche con una misión clara: mantenerse firme hasta que su cuerpo ya no pudiera más. Lo que comenzó como una crítica a la agenda de Trump se convirtió en un evento sin precedentes, rompiendo un récord de 68 años. Booker habló no solo por él mismo, sino por millones de estadounidenses preocupados por la dirección del país. Esto no fue un filibusterismo tradicional destinado a bloquear un proyecto de ley específico, sino una protesta más amplia contra lo que él llamó una “crisis constitucional inminente”.
Rompiendo el récord de un segregacionista
Strom Thurmond, senador de Carolina del Sur, usó su discurso de 1957 para defender el sistema de Jim Crow, un conjunto de leyes y políticas que impusieron la segregación racial y la discriminación contra los afroamericanos durante décadas. Booker, un progresista afroamericano cuyos antepasados incluían tanto esclavos como dueños de esclavos, veía ese récord como una injusticia simbólica. “Siempre me pareció incorrecto que él tuviera ese récord”, admitió. Al superarlo, Booker no solo estableció un nuevo hito, sino que también reclamó el espacio para una narrativa de justicia y resistencia. Mientras hablaba, el senador recordó a la nación que “el pueblo es más poderoso” que figuras políticas como Thurmond.
Una amplia crítica a la agenda de Trump
Durante las 25 horas de discurso, Booker abordó múltiples aspectos de las políticas de Trump. Criticó los recortes en las oficinas del Seguro Social impulsados por el Departamento de Justicia, advirtiendo sobre ataques más amplios a la red de seguridad social, aunque los republicanos insistieron en que estos programas estaban seguros. Leyó cartas de ciudadanos afectados por las políticas de Trump—como los recortes presupuestarios del Departamento de Justicia—. “Estamos enfrentando un momento moral”, insistió Booker, advirtiendo que la democracia estadounidense está bajo una amenaza seria y urgente.
Apoyo del Caucus Negro y colegas demócratas
El esfuerzo de Booker no fue un acto en solitario. Decenas de miembros del Caucus Negro del Congreso, incluido el líder de la minoría en la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries, permanecieron en la cámara del Senado para apoyarlo. Otros senadores demócratas se mantuvieron cerca, haciéndole preguntas para que pudiera descansar la voz sin ceder el control del piso. Jeffries calificó el discurso como “un momento increíblemente poderoso”, destacando cómo Booker luchó por preservar el modo de vida estadounidense mientras rompía el récord de un segregacionista.
El líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, también intervino, elogiando la “fortaleza y claridad” de Booker.
Una hazaña de resistencia física y moral
El logro de Booker requirió una resistencia física extraordinaria. Exjugador de fútbol americano universitario y ahora con 55 años, ayunó durante días antes del discurso y dejó de beber líquidos la noche anterior para poder mantenerse de pie. Con solo un par de vasos de agua durante su intervención, sufrió calambres, pero su voz se hizo más fuerte con la emoción a medida que pasaban las horas. Su familia observó desde la galería, mientras que el senador Chris Murphy se sentó a su lado en la cámara, devolviéndole el apoyo que Booker le había dado a Murphy durante su propio discurso de 15 horas sobre el control de armas en 2016.
Cuando Booker finalmente superó el récord de Thurmond, la cámara estalló en aplausos. “He pensado en este discurso desde que llegué al Senado”, dijo Booker a los periodistas después.
Un impacto más allá del Senado
Booker cerró su discurso recordando las palabras de su mentor, el ícono de los derechos civiles John Lewis. Inspirado por la valentía de Lewis—quien enfrentó la violencia en su lucha contra la segregación—Booker enfatizó la necesidad de “crear problemas buenos y necesarios” para proteger el alma de la nación.
El discurso de Booker capturó la atención nacional. Decenas de miles de personas lo vieron en vivo a través de su canal de YouTube y otras plataformas, mientras una pequeña multitud se reunía afuera del Capitolio para animarlo.
Si bien no bloqueó ninguna legislación específica, paralizó temporalmente los procedimientos del Senado y amplificó la voz de la oposición demócrata.
“No traten este momento moral como si fuera algo normal”, dijo Booker. Este récord no es solo un logro personal, sino un desafío para todos—políticos, activistas y ciudadanos por igual.
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