The White House, Public domain, via Wikimedia Commons
El presidente Donald Trump afirmó este lunes que “no cree que Estados Unidos vaya a entrar en guerra con Venezuela”, intentando disipar los rumores sobre una posible intervención militar en el país sudamericano. Sin embargo, evitó ofrecer detalles concretos sobre los planes o estrategias de su entorno político frente al gobierno de Caracas.
Durante una entrevista con la cadena Fox News, Trump sostuvo que la prioridad de Washington debe ser “la estabilidad económica y la seguridad energética”, más que involucrarse en nuevos conflictos.
“No creo que vayamos a la guerra con Venezuela. No es algo que quiera, ni que el pueblo estadounidense quiera”, declaró, aunque luego evadió responder si su equipo estaba considerando medidas de presión o sanciones adicionales.
Contexto: Conflicto entre Venezuela y EE.UU.
Las declaraciones llegan en medio de una creciente tensión diplomática entre ambos países, luego de que informes de inteligencia estadounidenses señalaran movimientos militares inusuales en la frontera venezolana con Guyana, zona disputada por el territorio del Esequibo.
El Departamento de Estado ha reiterado su apoyo a la vía diplomática y a una solución pacífica al conflicto, mientras que sectores republicanos han pedido una postura más firme contra el gobierno de Nicolás Maduro.
Silencio estratégico
Aunque Trump descartó públicamente una guerra, su silencio sobre los “planes” para Venezuela alimentó las especulaciones sobre posibles acciones encubiertas o estrategias de presión política.
Analistas consideran que su discurso busca proyectar moderación sin cerrar del todo la puerta a medidas coercitivas.
“Trump quiere parecer prudente, pero no débil. No comprometerse del todo le permite mantener el control del relato”, explicó a The Washington Post la analista política Erin Morales.
Venezuela: Reacciones internacionales
El gobierno venezolano respondió con un comunicado en el que calificó las declaraciones de Trump como “ambiguas e injerencistas”, asegurando que Caracas “defenderá su soberanía ante cualquier amenaza”.
En América Latina, líderes de México, Brasil y Colombia pidieron calma y respeto a la no intervención, insistiendo en la importancia de mantener el diálogo regional.
Un equilibrio delicado
Aunque Trump ha tratado de mostrarse como defensor del “America First”, el tema venezolano representa un dilema entre pragmatismo y presión internacional.
Por ahora, la afirmación de que “no habrá guerra” reduce la tensión inmediata, pero deja abierta la pregunta sobre qué tipo de relación busca realmente EE. UU. con Venezuela en un contexto de crisis energética y rivalidades globales.
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