Massachusetts refuerza despensas ante crisis del SNAP
El cierre federal amenaza el SNAP en MA; bancos de alimentos y autoridades se movilizan para asistir a las familias.
El cierre del gobierno federal amenaza con dejar sin beneficios del programa SNAP a más de 1 millón de residentes de Massachusetts, una situación que ha generado alarma entre organizaciones de socorro y autoridades estatales.
El programa SNAP, fundamental para alimentar a familias de bajos ingresos, personas mayores y con discapacidad, depende de fondos federales que podrían agotarse al comenzar noviembre si no se restablece la financiación.
En el estado, esto se traduce a un impacto amplio: más del 30 % de los beneficiarios son niños, el 31 % personas con discapacidad y el 26 % adultos mayores.
Acciones del Estado y organizaciones locales
Frente al riesgo, la gobernadora Maura Healey anunció que Massachusetts destinará US$4 millones del Programa de Asistencia Alimentaria de Emergencia del Estado para respaldar a bancos de alimentos y despensas.
Por su parte, The Greater Boston Food Bank (GBFB) informó que trabaja para incrementar su capacidad: añade hasta 50 palés adicionales diarios de alimentos, amplía entregas de productos frescos y prepara más citas de recogida en su centro de distribución para atender la demanda creciente.
Las organizaciones advierten que el sistema de ayuda voluntaria no podrá compensar completamente la pérdida de los beneficios federales. Como señaló la presidenta de GBFB, “no hay forma de que nuestro sistema pueda reemplazar este programa esencial”.
Qué pueden hacer los residentes
Las entidades locales instan a quienes dependen de SNAP o podrían quedar sin él a contactar bancos de alimentos, despensas y organizaciones comunitarias lo antes posible. También alientan a las personas con recursos a donar o colaborar para amortiguar el golpe sobre el sistema de asistencia alimentaria.
Entre los esfuerzos concretos:
- La GBFB amplía su lista de ítems completos para despensas y entrega directa de alimentos frescos.
- La ciudad de Boston, bajo la alcaldesa Michelle Wu, lanzó una asociación con ONG para apoyar a familias ante la suspensión de SNAP en la ciudad, donde 143.000 personas podrían quedar afectadas.
El posible corte de beneficios del programa SNAP representa un “cliff” (precipicio) para las familias vulnerables en Massachusetts. La respuesta estatal y comunitaria se encuentra en modo de emergencia, pero advierten que la única solución duradera es el restablecimiento federal de los fondos.
Hasta entonces, se hace un llamado a la solidaridad y a usar los recursos locales mientras el sistema federal no se normalice.
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Fuentes:
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