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En las últimas semanas, medios estatales y digitales han difundido que Rusia habría desarrollado una vacuna contra el cáncer basada en tecnología mRNA, lista para distribución gratuita en 2025. Sin embargo, expertos advierten que aún no se trata de una cura probada o aprobada.
Lo que dice el anuncio
El Ministerio de Salud de Rusia, junto al Centro Gamaleya, anunció el desarrollo de una vacuna mRNA personalizada. Según los informes, esta vacuna habría logrado reducir tumores hasta un 80 % en modelos preclínicos y estará disponible sin costo para los pacientes a partir de 2025.
En qué etapa realmente se encuentra
Hasta la fecha, los resultados positivos provienen únicamente de modelos animales o estudios preclínicos, aún no existen ensayos clínicos suficientes que respalden su eficacia o seguridad en humanos.
Investigaciones independientes y verificadores de datos han desmentido versiones sensacionalistas que sugieren una “cura universal” o una distribución inmediata sin respaldo científico.
Otros desarrollos complementarios
Por otro lado, científicos rusos también están explorando tecnologías innovadoras como los “nanotransportadores modulares” o “anticuerpos buceadores”, capaces de introducir sustancias directamente en el núcleo de células cancerosas. Esta estrategia aún está en etapa experimental y debe pasar por ensayos clínicos rigurosos antes de considerarse terapéutica.
Escepticismo médico y falta de evidencia
Expertos estadounidenses coinciden en que, sin datos clínicos publicados y verificados, las afirmaciones no pueden considerarse sólidas. Como señaló un inmunólogo al servicio de medios, “sin estudios clínicos, hay que mantener el escepticismo. No hay nada en revistas científicas que justifique el anuncio”.
Aunque hay avances prometedores en el desarrollo de tratamientos personalizados contra el cáncer, la idea de que Rusia ha diseñado una “cura efectiva y disponible ya para todos” carece de respaldo clínico y científico verificable. La comunidad médica insiste en seguir protocolos establecidos y evitar generar falsas esperanzas.
Desde el Gobierno de EE.UU. no ha habido una respuesta oficial pública específica sobre la vacuna rusa. Sin embargo, dentro del entorno científico estadounidense persiste una postura cautelosa.
“Este tipo de afirmaciones sin revisión científica puede llevar a pacientes a abandonar tratamientos convencionales consolidados”, alertan oncólogos.
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Fuentes: