Polémica científica: Trump vincula el paracetamol con el autismo
Foto de Gilley Aguilar en Unsplash El presidente Donald Trump volvió a situarse en el centro del debate sanitario tras declarar que el uso de paracetamol (comercializado como Tylenol en
Foto de Gilley Aguilar en Unsplash
El presidente Donald Trump volvió a situarse en el centro del debate sanitario tras declarar que el uso de paracetamol (comercializado como Tylenol en Estados Unidos) durante el embarazo podría estar relacionado con un mayor riesgo de autismo en los niños.
Durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca, Trump pidió a las mujeres embarazadas evitar el consumo del medicamento salvo en casos de fiebre alta y aconsejó no administrarlo a los niños pequeños. “No soy médico, pero la evidencia es preocupante”, afirmó.
La declaración se acompañó de un anuncio oficial: la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) emitirá una advertencia preliminar sobre una “posible asociación” entre el acetaminofén y el autismo, e impulsará cambios en las etiquetas del fármaco. También se iniciarán nuevas investigaciones para esclarecer el tema.
Reacciones inmediatas
Las palabras de Trump desataron fuertes reacciones en la comunidad médica. Especialistas en obstetricia y pediatría advirtieron que no existen pruebas concluyentes que respalden una relación causal. “Los estudios observacionales muestran asociaciones débiles, pero cuando se ajustan por factores genéticos y familiares, la relación prácticamente desaparece”, señaló un grupo de investigadores suecos en un reciente análisis con más de 2,5 millones de niños.
Organizaciones como el Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos calificaron las afirmaciones de “irresponsables”, advirtiendo que podrían generar alarma innecesaria entre mujeres embarazadas que requieren paracetamol para controlar la fiebre o el dolor.
Evidencia aún en debate
El acetaminofén es uno de los analgésicos más usados en el mundo y, hasta ahora, considerado seguro durante el embarazo. Sin embargo, algunos estudios han encontrado vínculos estadísticos con problemas de desarrollo neurológico, aunque sin demostrar causalidad.
La comunidad científica coincide en que se necesitan investigaciones más rigurosas antes de establecer conclusiones firmes. Mientras tanto, médicos recomiendan que las embarazadas usen el medicamento únicamente cuando sea necesario y bajo supervisión profesional.
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