U.S. Department of State from United States, Public domain via Wikimedia Commons
El conclave ha comenzado oficialmente en la Ciudad del Vaticano, dando inicio al ritual centenario para seleccionar al próximo papa.
Los cardenales se reúnen para elegir al sucesor del Papa Francisco, quien falleció el 21 de abril de 2025. Este proceso sagrado y secreto, celebrado en la Capilla Sixtina, está impregnado de tradiciones ancestrales mientras el Colegio de Cardenales se prepara para elegir a su nuevo líder espiritual.
El Proceso del Conclave: Una Tradición Sagrada
Todo comienza con una misa en la Basílica de San Pedro, luego 133 cardenales vestidos con vestimentas rojas procesionan hacia la Capilla Sixtina, bajo los renombrados frescos de Miguel Ángel, donde hacen juramentos de confidencialidad y entran en un estado de completo aislamiento dentro de los muros del Vaticano.
La votación comienza con una ronda la primera noche, seguida de dos rondas cada mañana y tarde hasta que un candidato obtenga una mayoría de dos tercios.
Durante el cónclave, las comunicaciones con el mundo exterior son extremadamente limitadas. El mayor símbolo visual de este proceso es la quema ceremonial de las papeletas tras cada ronda de votación. Una chimenea especial se instala para el cónclave, y conforme avanza el proceso, las papeletas son perforadas, atadas y luego quemadas.
Esa quema produce humo negro si aún no se ha elegido papa, o humo blanco si ya se ha llegado a una decisión. Esta tradición se ha perfeccionado durante siglos para garantizar una elección deliberada y llena de oración.
Un Colegio de Cardenales Diverso
El conclave de este año refleja una Iglesia mucho más globalizada, en línea con la misión del Papa Francisco de incluir voces del mundo en desarrollo. Durante su pontificado, el Papa Francisco nombró a más del 80% de los electores que participan en este cónclave, muchos de los cuales están viviendo este proceso por primera vez.
De los 135 cardenales electores elegibles, solo 53 provienen de Europa. La representación se ha ampliado para incluir, por primera vez, cardenales electores de países como Ruanda, Laos y Haití, lo que convierte a este conclave en el menos europeo de la historia.
El Comienzo de una Nueva Era
Se espera que el cónclave dure hasta cuatro días, según las tendencias del siglo XX, y su resultado definirá el rumbo de la Iglesia en los próximos años.
Una vez elegido un nuevo papa, se le harán dos preguntas: si acepta el cargo y qué nombre desea adoptar. El cardenal diácono más antiguo será el encargado de anunciar al mundo desde la Plaza de San Pedro: “¡Habemus Papam!”, que significa “Tenemos Papa”, y presentará al nuevo pontífice con el nombre papal que ha elegido.
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Fuente: NPR