Kim Kardashian revela que sufrió un aneurisma vinculado al estrés
La empresaria de 45 años explicó que ese estrés vino de la tensión alrededor de su divorcio, su exposición mediática y su preocupación por proteger a sus cuatro hijos de
Eva Rinaldi, CC BY-SA 2.0, via Wikimedia Commons
Kim Kardashian sorprendió al revelar que fue diagnosticada con un aneurisma cerebral, que fue detectado en una resonancia magnética. Según los médicos, la causa está ligada al alto nivel de estrés que experimentó tras su ruptura con Kanye West.
Un diagnóstico que abre puertas al interior
En el tráiler de la séptima temporada de su reality show The Kardashians, Kardashian aparece saliendo de la máquina de resonancia magnética y compartiendo con su familia: “Hubo un pequeño aneurisma”. Los médicos le habrían dicho simplemente: “es por estrés”. La empresaria de 45 años explicó que ese estrés vino —en gran parte— de la tensión alrededor de su divorcio, su constante exposición mediática y su preocupación por proteger a sus cuatro hijos ante la compleja relación con su ex.
Más allá del diagnóstico: salud emocional y vida familiar
Kardashian aprovechó la plataforma para hablar también sobre otros efectos físicos que atribuye a esa etapa: desde la reaparición de psoriasis —que había desaparecido tras la separación— hasta episodios de presión emocional intensa. Admite que en su matrimonio llegó a sentir lo que denominó “síndrome de Estocolmo”, al identificarse con el rol de protectora y salvadora en una dinámica que la agotó.
La estrella subraya que ahora su prioridad es la estabilidad emocional de sus hijos —North West, Saint, Chicago y Psalm— y recalca que, aunque el matrimonio terminó, su vida con Kanye West sigue porque comparten la crianza de los niños. “Es un divorcio, no un secuestro”, afirma para aclarar rumores sobre el acceso de su ex al hogar.
Reflexión y mensaje de cuidado de Kim Kardashian
El testimonio de Kim Kardashian aporta una mirada poco convencional sobre la salud femenina de alto perfil: combina fama, negocios, maternidad y la presión constante de un sistema mediático que magnifica cada paso. Su diagnóstico —aunque clasificado como leve por los especialistas— sirve como recordatorio visible de cómo el estrés prolongado puede manifestarse en formas físicas serias, incluso en quienes aparentan éxito y control.
Ella misma reconoce que este capítulo le ha enseñado a “soltar” esa autoimposición de proteger todo y a poner su bienestar —y el de sus hijos— por delante. En su declaración pública, invita a una reflexión más amplia: que la salud mental y física deben ser prioridad, más allá del brillo de los flashes.
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Fuentes: