Fulbright en Protesta: Junta Directiva Renuncia
11 de 12 miembros de la Junta Fulbright renuncian por interferencia política en becas; crece tensión entre academia y gobierno.

Foto por Micheal Pointner en Unsplash
La gran mayoría de los miembros de la Junta Directiva del Programa de Becas Extranjeras Fulbright anunciaron su renuncia ayer. En un comunicado publicado en su página web, 11 de los 12 integrantes informaron su resignación, protestando la interferencia del gobierno federal en el proceso de selección de los estudiantes becados:
“Con efecto inmediato, los miembros de la Junta de Becas Extranjeras Fulbright —establecida por mandato del Congreso— votaron abrumadoramente a favor de renunciar a sus cargos, en lugar de respaldar acciones sin precedentes que, en nuestra opinión: son inadmisibles según la ley, comprometen los intereses y la integridad nacional de Estados Unidos, y [debilitan] la misión y los mandatos que el Congreso estableció para el programa Fulbright hace casi 80 años.”
La anterior administración de Joseph Biden asignó a los 11 miembros de la Junta Directiva que renunciaron. La Doctora Carmen Estrada-Shaye, la única miembra de la Junta Directiva que no renunció, fue asignada por el Presidente Trump, y compartió el próximo mensaje con AP NEWS:
“Fui designada por el presidente de los Estados Unidos y tengo la intención de cumplir con mi mandato.”
El Programa de Becas Extranjeras Fulbright
El Programa de Becas Extranjeras Fulbright fue establecido en 1946 para fomentar el “entendimiento mutuo” entre Los Estados Unidos de América y varios otros países. Cada año, el Congreso de los Estados Unidos asigna fondos al Departamento de Estado para que administre el programa.
Este programa ofrece alrededor de 8,000 becas anualmente. Estas becas ofrecen apoyo a estudiantes estadounidenses recién graduados, permitiéndoles viajar al extranjero para enseñar diversas materias, generalmente inglés, en distintos países del mundo.
El programa también ofrece apoyo a estudiantes internacionales, originarios de 160 países diferentes, para que puedan viajar y estudiar en los Estados Unidos. Instituciones educativas de estos 160 países, acompañadas por varias organizaciones sin fines de lucro y diferentes cuerpos gubernamentales, también aportan a los fondos del programa.
La comunidad académica considera al Programa Fulbright como una de las oportunidades más prestigiosas que un estudiante puede recibir. Entre sus exalumnos se encuentran 62 ganadores del Premio Nobel y 90 del Premio Pulitzer.
El Razonamiento de la Junta
En su comunicado anunciando su renuncia, los 11 ex miembros de la Junta Directiva de Fulbright elaboraron en la supuesta interferencia del gobierno federal:
“La administración actual ha usurpado la autoridad de la Junta y ha negado becas Fulbright a un número considerable de personas seleccionadas para el año académico 2025-2026. Además, la administración está sometiendo actualmente a otros 1,200 beneficiarios extranjeros del programa Fulbright a un proceso de revisión no autorizado, lo que podría resultar en más rechazos.”
Históricamente, la Junta Directiva de Fulbright ha tenido la última palabra para decidir qué estudiantes reciben las becas. Este sistema fue establecido por la Ley de Fulbright-Hays en 1962, la cual otorga autoridad de la Junta Directiva, y establece que sus miembros sean designados directamente por el presidente.
La Respuesta del Gobierno
Respondiendo a este contexto, el Departamento de Estado compartió el siguiente mensaje con AP NEWS:
“Es ridículo creer que estos miembros seguirán teniendo la última palabra en el proceso de selección, especialmente cuando se trata de determinar la compatibilidad académica y la alineación con las órdenes ejecutivas del Presidente Trump. La afirmación de que la Ley Fulbright-Hays otorga a la Junta Fulbright autoridad exclusiva y definitiva sobre las solicitudes del programa es falsa. Esto no es más que una maniobra política que intenta debilitar al presidente Trump.”
Este conflicto se suma a la larga lista de encuentros legales entre la administración actual del país y diferentes centros y programas educativos. Desde la investidura de Donald Trump a principios de este año, el gobierno se ha involucrado en diferentes conflictos con cuerpos universitarios como Harvard University.
Académicos, profesionales y estudiantes de todas partes del mundo esperan ansiosamente mientras el Departamento de Estado decide qué relación debería tener la educación con la internacionalidad en los Estados Unidos.
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Fuentes: