Un hallazgo histórico permite predecir la evolución del cáncer
Científicos del IDIBAPS y Londres desarrollan EVOFLUx, un algoritmo que predice el origen y evolución del cáncer analizando el epigenoma.

Foto de National Cancer Institute en Unsplash
Un descubrimiento sin precedentes en la investigación biomédica podría transformar la manera en que se diagnostica y trata el cáncer. Científicos del Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer (IDIBAPS), en Barcelona, y del Institute of Cancer Research de Londres han descifrado la trayectoria evolutiva de los tumores, abriendo la puerta a predecir cómo progresará la enfermedad.
El estudio, publicado en la revista Nature, demuestra que la evolución del cáncer depende en gran parte del epigenoma, es decir, las marcas epigenéticas en el ADN, y en particular de la metilación fluctuante. Los investigadores han identificado una “firma de metilación” en la célula primigenia que dio origen al tumor, lo que permitiría reconstruir toda su historia evolutiva y anticipar su agresividad futura.
La clave de este avance es EVOFLUx, un algoritmo entrenado con casi 2.000 pacientes con distintos tipos de leucemias y linfomas. Esta herramienta utiliza las fluctuaciones de metilación en sitios específicos del ADN (fCpGs) para crear un auténtico “código de barras evolutivo” del tumor. Gracias a ello es posible conocer parámetros como la tasa de crecimiento, la edad del tumor y su diversidad clonal.
Los hallazgos muestran diferencias notables entre tumores: las leucemias infantiles más agresivas, por ejemplo, presentaron una tasa de crecimiento de 44,3 divisiones celulares por año, frente a 11,7 en otros subtipos. En el caso de la leucemia linfocítica crónica (CLL), la historia evolutiva del tumor predijo de forma independiente tanto el tiempo hasta el primer tratamiento como la supervivencia global, incluso considerando factores clásicos como mutaciones en IGHV o TP53.
EVOFLUx: Casos de éxito en estudios de cáncer
“Las historias evolutivas son factores pronósticos independientes”, señalan los autores, que subrayan además que la mayoría de los cánceres linfoides evolucionan de forma “efectivamente neutra”, sin subclones dominantes durante gran parte de su historia. Solo en algunos casos se detectaron subclones con ventajas selectivas, lo que aporta nuevas pistas sobre la resistencia a los tratamientos y las recaídas.
Con este avance, los científicos comparan el método con la caja negra de un avión, que registra todos los datos de un vuelo: “Por primera vez podemos rastrear la trayectoria completa de un tumor desde su célula de origen”, explican.
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