Foto tomada de: Wikimedia Commons
Durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca este martes 1 de julio de 2025, el expresidente Donald Trump respondió sobre las críticas de Elon Musk al paquete de gasto conocido como “One Big Beautiful Bill”. Trump dijo: “Habrá que verlo” cuando se le preguntó si evaluaría la deportación del magnate nacido en Sudáfrica y ahora ciudadano estadounidense.
También mencionó que podría ordenar al “Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE)” investigar los subsidios que reciben las empresas de Musk, como lo son Tesla y SpaceX señalando que, “sin esas ayudas, probablemente tendría que cerrar y regresar a Sudáfrica”.
¿Cómo surgió el conflicto?
El conflicto surgió cuando Musk criticó en la red X el proyecto de ley del Senado, calificándolo de “insano” y responsable de grandes déficits, y amenazó con impulsar un nuevo partido político si se aprobaba. A lo que el presidente Trump lo acusó de lucrarse con subsidios y amenazó no solo con investigarlo sino con remover esos beneficios.
Musk es ciudadano estadounidense desde 2002, por lo que para deportarlo habría que iniciar un proceso de desnaturalización, solo posible si se demuestra fraude en su naturalización. La remoción de la ciudadanía requiere procedimientos judiciales, no basta un acto unilateral del presidente.
Aunque la amenaza tiene más bien un matiz político y simbólico, marca una ruptura significativa entre dos figuras influyentes que fueron aliados.
La confrontación entre Trump y Musk, tras haber sido colaboradores, ahora están en un cruce de declaraciones públicas y amenazas. Si bien las palabras generan atención mediática, legalmente la deportación según expertos sería inviable, dado el marco constitucional que protege la ciudadanía.
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