Photo of Alexey Demidov in Unsplash
El huracán Melissa se fortaleció de forma explosiva durante la madrugada del lunes hasta alcanzar la categoría 5, la más alta en la escala Saffir-Simpson, con vientos sostenidos superiores a 260 kilómetros por hora. El fenómeno se desplaza lentamente hacia el oeste-noroeste, colocando a Jamaica bajo una alerta roja total ante la inminencia de su impacto.
Las autoridades jamaicanas declararon el estado de emergencia nacional y ordenaron evacuaciones obligatorias en zonas costeras y de alta vulnerabilidad. Más de 800 refugios han sido habilitados en toda la isla, mientras los aeropuertos internacionales cerraron operaciones y los vuelos comerciales fueron suspendidos.
El Servicio Meteorológico de Jamaica advirtió que la combinación de vientos extremos, lluvias torrenciales y marejadas ciclónicas podría provocar daños catastróficos, especialmente en la costa sur y en áreas montañosas. Se prevén precipitaciones superiores a un metro en algunos puntos y olas de hasta cuatro metros que podrían inundar comunidades enteras.
Huracán Melissa cobraría fuerza en las últimas 36 horas
El primer ministro, Andrew Holness, pidió calma a la población y aseguró que los equipos de emergencia y las fuerzas de seguridad se encuentran desplegados en todo el territorio. “Estamos ante un evento sin precedentes. Les pedimos que sigan las instrucciones oficiales y no se expongan al peligro”, expresó en cadena nacional.
Mientras tanto, el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC) indicó que Melissa continuará siendo un sistema extremadamente peligroso al menos durante las próximas 36 horas. Su trayectoria proyecta un paso muy cercano a Jamaica antes de dirigirse hacia Cuba y las Islas Caimán, donde también se han emitido advertencias.
Meteorólogos han destacado la velocidad inusual con la que Melissa se intensificó, pasando de tormenta tropical a huracán mayor en menos de 48 horas, un fenómeno cada vez más frecuente asociado al calentamiento de las aguas del Atlántico y el Caribe.
Los organismos de socorro han alertado sobre la posibilidad de graves cortes de energía eléctrica, afectaciones en las comunicaciones y daños severos a la infraestructura. “Este es un huracán que combina todos los factores de riesgo: fuerza, lentitud y humedad extrema”, explicó la meteoróloga local Diana Campbell.
A pocas horas de la llegada del ojo del huracán, la tensión es visible en Kingston y otras ciudades principales. Calles vacías, comercios cerrados y largas filas en estaciones de gasolina y supermercados marcan el pulso de una nación que se prepara para enfrentar el impacto de uno de los huracanes más poderosos de su historia.
For more stories like this, follow More Latin.
Sources: