Europa se prepara en defensa ante la guerra en Medio Oriente
La UE acelera su rearme tras la escalada del conflicto Irán-Israel, con más inversión en defensa y un plan conjunto de protección aérea.

Foto de Joel Rivera-Camacho en Unsplash
Tras los recientes ataques estadounidenses sobre instalaciones iraníes, que marcaron la entrada abierta de EE. UU. en el conflicto entre Irán e Israel, Europa comienza a examinar su estrategia militar. Durante la cumbre de la OTAN en La Haya, la Unión Europea y los aliados europeos presionaron para que la agenda incluyera una respuesta al nuevo escenario de inseguridad regional. Algunos socios piden reforzar la presencia militar en el flanco oriental y desplegar misiles defensivos en puntos vulnerables.
1. Aumento del gasto en defensa
Varios países están comprometiéndose a aumentar el presupuesto militar: se evalúa subir del actual 2 % del PIB hasta 3,5 %, incluso, hasta el 5 %, según exigencias estadounidenses para financiar infraestructuras defensivas y reservas estratégicas.
2. Plan “Preparación 2030”
La Comisión Europea lanzó el ambicioso plan Readiness 2030 (anteriormente “ReArm Europe”), con un presupuesto de hasta 800 000 millones € en los próximos cuatro años. Incluye préstamos, flexibilización de normas fiscales, y movilización de capital privado para desarrollar sistemas antimisiles, drones y artillería de largo alcance.
3. Escudos antimisiles y defensa aérea conjunta
La Iniciativa European Sky Shield (ESSI) pretende crear un sistema defensivo integrado con sistemas como IRIS-T, Patriot y Arrow 3, y hay propuestas de construir un “Iron Dome europeo”. Polonia, Alemania y otros países han impulsado el plan para defender el cielo continental frente a misiles o drones lanzados desde Irán o sus alianzas.
4. Refuerzo operativo y coordinación OTAN
La OTAN examina movilizar brigadas permanentes, expandir defensas antimisiles, mejorar interoperabilidad y proponer más transparencia para ganar apoyo público como en el caso de Lituania, que exige explicar las brechas de capacidades antes de elevar el gasto. Se alinean así nuevas bases en el Este europeo, incluyendo Alemania y Polonia, y se discute aumentar la presencia naval y aérea regional.
La intervención de EE. UU. en Oriente Medio ha acelerado la percepción de amenaza en Europa. La respuesta incluye:
- Dinero: aumento del gasto militar y redireccionamiento de fondos comunitarios.
- Technology: inversión en misiles defensivos, drones y satélites.
- Unión estratégica: mayor coordinación militar, reducción de la dependencia de EE. UU. y búsqueda de autonomía operativa.
Aunque aún persiste el desacuerdo entre países sobre objetivo financiaciones y nivel de compromiso, la mayoría coincide en que Europa no puede permanecer pasiva ante una posible escalada regional. El desafío será convertir estos compromisos en capacidades reales antes de 2030.
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