Foto de Takeshi Morisato en Unsplash
Mark Joseph Seitz, obispo de El Paso, Texas, entregó este miércoles un paquete de cartas cargadas de miedo y desesperación al Papa León XIV, escritas por familias migrantes que sienten que sus vidas están al borde de la represión bajo las nuevas políticas migratorias de Estados Unidos.
Voces silenciadas: testimonios de miedo y restricción
Las misivas describen un ambiente de terror cotidiano: migrantes con estatus legal, ciudadanos estadounidenses, niños, todos viviendo con el temor de ser detenidos o deportados sin previo aviso. María, una migrante guatemalteca, narra que ya ni siquiera puede ir a la iglesia o a hacer compras sin sentir que su seguridad peligra. Estas cartas fueron estaban acompañadas de un video mostrado al Papa que documenta redadas, detenciones agresivas en comunidades fronterizas y otros hechos que, según los firmantes, violan derechos básicos.
Iglesia alza la voz: solidaridad y llamado a la acción
El Papa León XIV, conmovido por los relatos, prometió “estar con” aquellos migrantes y con los líderes católicos que los apoyan. Además de agradecer al obispo Seitz por su labor, instó a la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos a hablar con firmeza sobre la situación. Seitz, quien preside el comité de migración de la conferencia, enfatizó que esta petición no es política, sino una cuestión de dignidad humana, del mensaje del Evangelio y del deber de la Iglesia de cuidar al más vulnerable.
Las cartas llegan en un momento de fuerte tensión: bajo la administración Trump se han intensificado las políticas de inmigración, con redadas más agresivas, deportaciones masivas anunciadas o en marcha, y un temor generalizado en comunidades migrantes de perder seguridad incluso si tienen estatus legal. Líderes católicos han denunciado los riesgos para el bienestar de familias enteras, mientras el gobierno defiende sus acciones como necesarias para la seguridad nacional.
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