Paris re-enters the Seine after a hundred years of waiting
Tres zonas del emblemático río Sena ya están abiertas al público, tras un ambicioso proyecto de limpieza y renovación urbana
El rugido del agua, los chapoteos felices y los gritos de emoción regresaron este fin de semana a las orillas del río Sena. Después de más de cien años de prohibición, bañistas volvieron a sumergirse legalmente en sus aguas, marcando un antes y un después en la relación de los parisinos con uno de sus símbolos más queridos.
La escena, que parecía tomada de una postal antigua, se desarrolló en tres puntos estratégicos del centro de París: cerca de Notre-Dame, el Puente de Grenelle y el entorno de la Torre Eiffel. Estas áreas han sido acondicionadas especialmente para el baño público, en el marco del legado urbano de los Juegos Olímpicos de París 2024.
Una transformación histórica
El retorno al baño en el Sena no es casual. Supone el cierre de un proceso de transformación ecológica y de infraestructura que costó más de 1.400 millones de euros, impulsado por la promesa olímpica de celebrar allí las competencias de triatlón y natación en aguas abiertas.
Desde 2020, se modernizaron plantas de tratamiento, se conectaron más de 20.000 hogares al sistema de alcantarillado y se construyó un enorme tanque subterráneo de retención bajo el parque Austerlitz, capaz de contener agua de lluvia contaminada y evitar desbordamientos de aguas residuales.
Según las autoridades, estas obras permitieron reducir hasta 25 veces los niveles de bacterias como E. coli en el agua. Las pruebas realizadas por los organismos de salud pública confirmaron que la calidad del agua es adecuada para el baño recreativo bajo ciertas condiciones climáticas.
De símbolo industrial a espacio público
Desde 1923, el baño en el Sena había sido estrictamente prohibido por razones sanitarias. Lo que durante décadas fue una arteria fluvial usada para transporte y drenaje industrial, ahora se reconvierte en espacio de recreación y bienestar urbano. Para muchos, representa una forma de reconciliación con la naturaleza en medio del paisaje urbano.
El presidente Emmanuel Macron y la alcaldesa Anne Hidalgo incluso, mencionaron realizar en días posteriores inmersiones simbólicas en el río como muestra de confianza en la limpieza y seguridad del proyecto. Anteriormente la alcaldesa Anne, ya se había sumergido en el Sena, para julio del 2024.
Regulación y seguridad
El baño está permitido solo en zonas delimitadas, bajo vigilancia de salvavidas y personal médico. Además, se realizarán controles diarios de calidad del agua para garantizar que las condiciones sean seguras. En días de fuertes lluvias, por ejemplo, las áreas de baño podrían cerrarse temporalmente debido al riesgo de contaminación.
La reapertura del Sena como espacio de baño público también se concibe como una respuesta concreta a los desafíos del cambio climático. En una ciudad golpeada cada vez más por olas de calor, estas zonas de agua ofrecen una alternativa gratuita, ecológica y cercana para refrescarse.
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