Últimas noticias: Colapso histórico en la Antártida
Un glaciar se desintegra a una velocidad sin precedentes
Colapsa en la Antártida el glaciar Hektoria Fuente: Naomi Ochwat / EFE
Colapsa la Antártida un glaciar y marca un récord de desintegración a una velocidad inédita desde la Edad de Hielo. Casi la mitad del Hektoria, situado en la parte oriental de la Península Antártica, se desintegró en apenas dos meses, perdiendo alrededor de 8,2 kilómetros de hielo, según un estudio publicado el lunes 3 de noviembre en la revista Nature Geoscience.
Entre noviembre y diciembre de 2022, el glaciar retrocedió 8,2 ± 0,2 kilómetros, y entre enero de 2022 y marzo de 2023 el retroceso total alcanzó los 25 kilómetros. Esta velocidad es diez veces superior a la media previamente registrada para glaciares terrestres en cualquier parte del mundo, lo que convierte al caso de Hektoria en un evento extremo en términos de desintegración de hielo.
Un colapso en la Antártida “extraordinario”
El descubrimiento fue realizado por un equipo internacional de científicos de Estados Unidos, Reino Unido, Canadá y Francia, liderado por expertos de la Universidad de Colorado. De acuerdo con el estudio, varios terremotos ocurridos bajo la llanura de hielo del Hektoria provocaron que una gran parte del glaciar comenzara a flotar repentinamente, lo que aceleró su fractura y desprendimiento.
El análisis, basado principalmente en datos geofísicos y en imágenes satelitales, revela que el glaciar llegó a retroceder a un ritmo de unos 800 metros por día, una velocidad que los investigadores califican de “extraordinaria” para un glaciar terrestre.
Un aviso sobre el futuro del nivel del mar
Los expertos advierten que colapsos de esta magnitud podrían tener graves consecuencias globales, al acelerar de forma significativa el aumento del nivel del mar. Comprender el comportamiento de los glaciares polares resulta esencial para anticipar futuros escenarios de subida del nivel del mar, ya que una de sus principales causas es precisamente el deshielo de glaciares y capas de hielo, además del calentamiento de los océanos.
El aumento del nivel del mar no solo amenaza los ecosistemas costeros, sino también las economías, sociedades y culturas de los países más vulnerables. Como señalan diversos organismos internacionales, las inundaciones salinas destruyen hábitats, dañan cultivos e infraestructuras, contaminan fuentes de agua potable y favorecen la propagación de enfermedades. Además, reducen los ingresos del turismo y obligan a miles de personas a desplazarse, alterando comunidades enteras y afectando la estabilidad social y económica de las regiones afectadas.
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