Cierre de Gobierno pone en vilo a 750,000 trabajadores
Shutdown en EE. UU. afecta a 750,000 trabajadores federales; paraliza agencias clave y aumenta la presión sobre Congreso y Casa Blanca.

Foto de Bernd Dittrich en Unsplash
El gobierno federal de Estados Unidos entró oficialmente en cierre (“shutdown”) tras el fracaso del Congreso para aprobar un presupuesto o una ley temporal de continuidad de gastos antes de la medianoche. Según la Oficina del Presupuesto del Congreso (CBO), hasta 750,000 empleados federales podrían ser puestos en licencia sin goce de sueldo mientras dure la paralización.
El impacto inmediato se refleja en agencias clave. El Departamento de Transporte anunció que más de 11,000 trabajadores de la Administración Federal de Aviación (FAA) serán suspendidos, aunque los controladores aéreos y agentes de la TSA seguirán laborando sin recibir pago hasta que se resuelva la crisis. La pérdida salarial se estima en alrededor de 400 millones de dólares por cada día de cierre.
El choque político es intenso. Los demócratas impulsaban mantener subsidios de salud y proteger Medicaid, mientras que los republicanos se negaron a incluirlos en la resolución presupuestaria. El resultado fue el cierre del gobierno y una ola de recriminaciones en el Capitolio.
En un movimiento polémico, la Casa Blanca instruyó a las agencias a preparar planes de reducción permanente de personal, lo que rompe con la tradición de cierres anteriores, donde los trabajadores simplemente eran enviados a “furloughs” temporales. Esto ha generado demandas de sindicatos contra la Oficina de Gestión y Presupuesto (OMB) y la Oficina de Personal (OPM), alegando que los despidos masivos violarían las leyes federales.
Consecuencias del Cierre de Gobierno
Las consecuencias sociales ya se sienten. Empleados sin ingresos enfrentan la imposibilidad de cubrir gastos básicos como alquiler o créditos, y ciudades con alta concentración de trabajadores federales temen un golpe económico fuerte. El Departamento de Educación, por ejemplo, reducirá más del 80 % de su personal, frenando programas y evaluaciones. Además, informes económicos clave, como el reporte de empleo de septiembre, podrían retrasarse o no publicarse.
El cierre persistirá hasta que el Congreso y la Casa Blanca logren un acuerdo. Aunque por ley los empleados recibirán pago retroactivo cuando se reabra el gobierno, la amenaza de despidos permanentes agrega un nuevo factor de incertidumbre.
En conclusión, el cierre del gobierno no solo paraliza la administración federal, sino que también pone en juego la estabilidad de cientos de miles de familias y expone las profundas divisiones políticas que atraviesan a Estados Unidos.
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Fuentes: