Imágenes de X
Lo que debía ser una fiesta deportiva terminó en violencia y dolor. La noche de este miércoles, en el marco de la Copa Sudamericana, barrabravas de Independiente de Avellaneda atacaron brutalmente a los hinchas de la Universidad de Chile con palos, piedras y armas blancas en las inmediaciones del estadio Libertadores de América.
Según testigos, el enfrentamiento comenzó horas antes del partido cuando grupos de simpatizantes locales interceptaron a los chilenos en su camino hacia la tribuna visitante. La situación escaló rápidamente, dejando un saldo de heridos, algunos de ellos con lesiones de consideración.
Las imágenes difundidas en redes sociales muestran corridas, golpes y escenas de pánico entre familias y seguidores que viajaron desde Santiago para alentar a la “U”. Varias ambulancias debieron ingresar a la zona para asistir a los afectados, mientras la policía bonaerense actuó con demoras.
Denuncias y repudio
Desde Universidad de Chile manifestaron su repudio a los hechos y exigieron a la Conmebol garantías de seguridad para sus hinchas en el resto de la competición. “Esto no puede repetirse. Nuestros seguidores fueron víctimas de una emboscada”, señaló un directivo del club.
Organismos de derechos humanos y agrupaciones de hinchas también repudiaron el ataque, describiéndolo como “la noche más oscura de la Copa Sudamericana”.
Riesgo de sanciones
La Conmebol ha descalificado a los dos equipos de la Copa Sudamericana. Además, abrió una investigación disciplinaria contra Independiente por los incidentes. De confirmarse la responsabilidad de sus barras en los ataques, el club argentino podría enfrentar sanciones económicas, suspensión de su estadio o incluso la pérdida de puntos en el torneo continental.
Mientras tanto, la comunidad futbolera vuelve a debatir sobre la violencia en las canchas sudamericanas, un flagelo que opaca el espectáculo y pone en riesgo la vida de los propios hinchas.
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