FIFA publicó estrategia de derechos humanos para el Mundial 2026
Foto de Fauzan Saari en Unsplash Con menos de un año para el inicio del Mundial 2026 en Norteamérica, la FIFA estrena un protocolo inédito: exigir a todos los comités

Foto de Fauzan Saari en Unsplash
Con menos de un año para el inicio del Mundial 2026 en Norteamérica, la FIFA estrena un protocolo inédito: exigir a todos los comités organizadores locales planes de acción para proteger los derechos humanos. La medida busca evitar que se repitan los escándalos que han marcado ediciones anteriores, como las denuncias por explotación laboral en Qatar 2022. Sin embargo, activistas y sindicatos temen que la iniciativa se quede en el papel.
La federación internacional pide a las sedes —16 en total, 11 de ellas en Estados Unidos— que incluyan medidas contra la discriminación, la trata de personas, el abuso laboral y la criminalización de personas sin hogar. También se contemplan acciones para proteger a trabajadores migrantes, un tema sensible en un contexto de endurecimiento de la política migratoria del presidente Donald Trump.
Jennifer Li, directora del Centro de Innovación en Salud Comunitaria de la Universidad de Georgetown y coordinadora de la coalición Dignity 2026, reconoció que el marco es “inédito” en el deporte, pero advierte que “no se ejecuta solo” y que FIFA debilitó un modelo más ambicioso propuesto por expertos. A esto se suma que varios comités en EE.UU. no cumplieron con el plazo de marzo para presentar borradores iniciales, aunque la FIFA asegura que tendrán sus planes listos antes del 29 de agosto.
Críticas sobre el protocolo de la FIFA para el Mundial 2026
En Miami-Dade, sindicatos como el AFL-CIO denuncian la falta de diálogo con organizadores y alertan sobre riesgos de acoso laboral y represión migratoria durante los partidos. “No hay garantía de que ICE no aparezca en el Mundial”, afirmó Jeff Mitchell, presidente de la central sindical en el sur de Florida.
Otras ciudades sede también enfrentan críticas. En Atlanta, activistas temen que el plan municipal para “revitalizar” el centro derive en arrestos masivos de personas sin hogar, recordando lo ocurrido antes de los Juegos Olímpicos de 1996. En California, ciudades como San José han endurecido políticas contra campamentos callejeros, lo que inquieta a defensores de derechos humanos.
Pese a las críticas, voces como la experta laboral Deborah Greenfield defienden que la FIFA se toma en serio su compromiso y destacan acuerdos pioneros, como el firmado en Seattle para garantizar estándares laborales. La Organización Internacional del Trabajo calificó el marco como “un paso importante” para alinear el deporte con las normas laborales internacionales.
La FIFA adoptó su política global de derechos humanos en 2017 y exige a todos los países anfitriones respetar los principios de la ONU. Pero la experiencia reciente deja interrogantes: en mayo, abogados internacionales denunciaron que el organismo no ha cumplido sus compromisos con Arabia Saudita, sede del Mundial 2034.
En palabras del médico y activista Mark Spencer, el riesgo es que la estrategia sea más un ejercicio de imagen que un cambio real: “Lo que se busca es desaparecer los signos visibles de la pobreza, no garantizar los derechos humanos de manera significativa”.
Para más historias como esta, sigue a Más Latino.
Fuentes: