El Departamento de Estado de Estados Unidos anunció el despido de más de 1.300 empleados, distribuidos entre 1.107 trabajadores del servicio civil y 246 agentes del servicio exterior, tanto dentro del país como en misiones en el exterior. Esto representa alrededor del 18% de su plantilla nacional, parte de una reestructuración impulsada por el secretario de Estado, Marco Rubio, dentro del plan de eficiencia gubernamental de la administración Trump
Estos despidos se hicieron efectivos después de que la Corte Suprema levantara bloqueos legales que impedían los recortes en varias agencias federales, lo que abrió el camino para avanzar con las reducciones.
Justificación oficial del despido a los empleados
Según el Departamento de Estado y portavoces de la Casa Blanca, la meta es reducir una burocracia “inflada”, eliminar funciones redundantes y reorientar recursos hacia la política exterior que consideren prioritaria para EE.UU. Rubio argumenta que estas medidas harán al departamento más ágil y alineado con intereses nacionales
Se indicó que muchos empleados pasarán primero a “excedencia administrativa” durante 60 a 120 días antes de ser desvinculados oficialmente
Diplomáticos y sindicatos se han mostrado muy críticos: la Asociación de Servicio Exterior (AFSA) calificó los despidos como “catastróficos” y advirtieron que estos recortes dañan la capacidad diplomática de EE.UU. en un momento de alta tensión global.
Veteranos del Departamento, como Anne Bodine, relatan escenas de mucha emoción y tristeza. Bodine señaló: “Esto no es forma de tratar a personas que sirvieron a su país…”
Senadores demócratas, como Chris Van Hollen y Andy Kim, expresan preocupación por el debilitamiento de la diplomacia estadounidense y señalan que las reducciones parecen arbitrarias, sin basarse en desempeño.
Exsecretario de Estado Anthony Blinken (administración Biden) expresó en X su apoyo a los despedidos: “Su dedicación al interés nacional y al pueblo estadounidense es inigualable.”
Críticos legales y organizaciones, como Democracy Forward y sindicatos, planean impugnar futuros despidos que consideren que violan procedimientos o exceden la autoridad ejecutiva.
Estos recortes forman parte de una política gubernamental más amplia llamada “DOGE” (Department of Government Efficiency), lanzada por Trump en febrero de 2025 para reducir significativamente el tamaño de la administración federal.
Aunque muchos salieron voluntariamente por jubilaciones anticipadas y renuncias, los despidos forzosos aumentaron luego del fallo judicial reciente.
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Fuentes: